Recientemente, la central hidroeléctrica San Gabán III, construida por CWE, entró en operación comercial, aportando un nuevo impulso al desarrollo de energía limpia en Perú.
La central hidroeléctrica San Gabán III está ubicada en la región de Puno, en el sureste de Perú. La central tiene una capacidad instalada de 209.300 kilovatios y una generación anual estimada de 1.252 millones de kilovatios-hora. Su puesta en marcha aliviará eficazmente la escasez de electricidad en el sur del país, y se estima que reducirá las emisiones de CO₂ en aproximadamente 338.000 toneladas anuales.
El proyecto utilizó la primera TBM abierta exportada desde China a América del Sur para excavar el túnel de derivación. A través de la optimización continua del plan de construcción, se evitó la deforestación de más de 110 hectáreas.
La protección ecológica fue una prioridad. Durante la construcción, se minimizó el impacto en los hábitats de fauna y flora silvestres. Además, se llevó a cabo la reforestación ecológica, compensando 10 hectáreas de bosque.
Se utilizaron helicópteros para transportar postes eléctricos, reduciendo así la tala de árboles.
Bladimir, jefe de HSE del proyecto, comentó: "Después de que las plantas del vivero maduraron, las sembramos por lotes en el bosque, devolviéndolas a la naturaleza. Ya hemos reforestado más de 9.000 metros cuadrados. También donamos las plantas cultivadas a comunidades, escuelas y otras instituciones locales".
Labores de reforestación
Además de la reforestación, el equipo de CCCC también cumplió activamente con su responsabilidad social empresarial construyendo infraestructura comunitaria y apoyando la educación. En total, se han completado 41 proyectos sociales, incluyendo salas multifuncionales, instalaciones deportivas, sistemas de tratamiento de aguas residuales y mantenimiento de puentes y carreteras.
Apoyo al desarrollo de la educación
Durante el auge en la construcción, el proyecto generó más de 2.000 empleos directos. También se realizaron programas de formación profesional para capacitar talentos locales en construcción. Cristian fue uno de los beneficiarios: gracias al programa de tutoría pasó de ser un trabajador básico a un técnico avanzado capaz de reemplazar de forma independiente las herramientas de corte de la TBM.
Los empleados formados reciben certificados
La construcción de la planta también impulsó industrias como el alojamiento, el transporte y la restauración, promoviendo el desarrollo económico local y generando nuevas oportunidades para la población.
Marilú, propietaria de un restaurante, dijo: "La construcción de la planta hizo que mis ingresos fueran más estables. No solo ayudo a mi familia, sino que también puedo pagar la matrícula escolar de mis hijos".
La construcción de la central eléctrica ha propiciado el desarrollo de la industria hostelera del barrio
Además, la central financió el desarrollo de la avicultura local. Hasta ahora, ha apoyado a 15 familias criadoras de gallinas, cada una con unas 170 aves. Deysi, una de las criadoras, dijo: “Esto me permitió aprender técnicas de cría y proporcionó una fuente estable de ingresos para mi familia”.
Apoyo al desarrollo de la industria de cría